lunes, 11 de mayo de 2009

La Wiphala



La wiphala tiene una estructura y composición de los siete colores del arco iris que constituyen una forma simétrica y orgánica significando la igualdad en la diversidad de los pueblos andinos, relaciones socioeconómicas, reciprocidad y solidaridad humana.

Los colores se originan en el rayo solar al descomponerse del arco iris blanco en siete colores del arco iris, tomado como referencia por nuestros antepasados, para fijar la composición y estructura de nuestros emblemas, así mismo organiza la sociedad comunitaria y armónica de los andes.

El color rojo representa al planeta tierra (aka-pacha) 1, la expresión intelectual del hombre andino y la filosofía cósmica.

El naranja representa la sociedad y la cultura. La preservación y procreación humana, la salud, la medicina y la educación.

El amarillo esta relacionado con la energía y fuerza (ch'ama-pacha) 1 las leyes, normas, y prácticas comunitarias, principios morales del hombre andino.

El desarrollo y la transformación permanente son simbolizados por el color blanco, lo que también representa al tiempo, la ciencia, la tecnología, el arte, el trabajo intelectual, generando armonía dentro de la comunidad. Esta su diagonal blanca representa la conjunción de dos partes distintas u opuestas pero complementarias y armónicas entre sí. De esta dualidad se conforma la unidad, como el chacha-warmi 1 (matrimonio).

El verde se relaciona con la economía y la producción andina, representa las riquezas naturales, la producción agropecuaria, la flora y fauna, los yacimientos hidrológicos y mineralógicos.

Están relacionados con el color azul el espacio cósmico, el infinito (araxa-pacha), la expresión de los sistemas estelares del universo y los efectos naturales que se sienten sobre la tierra, como la ley de gravedad y los efectos climáticos.

El violeta representa a la política y la ideología, el poder comunitario y armónico de los Andes; las organizaciones sociales, económicas y culturales, la administración del pueblo y el país.

La Wiphala



La wiphala es el símbolo de identificación nacional y cultural de los andes; es una bandera aymara cuadrada de siete colores, con 49 cuadros unidos, que representan a la diversidad geográfica de los Andes; Es usada como símbolo de reciprocidad entre el hombre y el entorno.

El origen del diseño de la bandera aymara es incierto. Muchos aseguran que su origen esta en el estado tiawanaku, pero no existen vestigios suficientes para confirmar esto. Lo que sí es importante destacar es que el uso de banderas, no esta confirmado en el mundo andino, pero sí es claro tras la llegada de los españoles.

Recién en la década de 70` la wiphala se hace presente como símbolo iconográfico en Bolivia, en las movilizaciones campesinas del sindicalismo andino. La wiphala era utilizada desde muchos siglos en los actos ceremoniales y culturales, ésta era izada en trabajos agrícolas, fiestas solemnes, encuentros comunales, matrimonios, cuando nace un niño, en el corte de pelo (bautismo), en los entierros y en todo acontecimiento social del hombre andino.

A raíz de la represión española donde eran quemados los símbolos andinos, la wiphala se transforma en el emblema de resistencia y rebelión durante el periodo colonial.
Actualmente simboliza el rescate del patrimonio y soberanía territorial, siendo aceptada además como símbolo y emblema en el Continente Americano. "En Bolivia, la wiphala está ligada a todo tipo de manifestaciones públicas, reivindicaciones políticas y acciones de resistencia civil por parte de la población aymara y quechua. El uso cívico de la wiphala en la vida diaria de las comunidades indígenas se ha extendido con fuerza".

La wiphala es hoy acogida como elemento iconográfico de los movimientos pro-indígenas de Ecuador, Perú, Bolivia y Chile principalmente. Por lo que esta presente en las manifestaciones folklóricas - culturales del centro y norte del país, manifestándose en la fiesta de la tirana en penachos, fajas y como bandera de Tinkus y Antawaras.

Catequilla

En loma del Catequilla se encuentra el monumento a la Mitad del Mundo más antiguo. Se trata de una plataforma de piedra circular bordeada por una pequeña pared que data de períodos pre-incas. Las culturas que vivieron en este sector tenían conocimientos de astronomía avanzados. Determinaron que la línea equinoccial pasaba justamente por esta loma y construyeron la plataforma, tal vez servía como observatorio o tal vez era un lugar sagrado.

Este sitio no solamente se posiciona en la línea equinoccial, sino que también es el centro de un ordenamiento territorial muy complejo, donde muchos otros sitios arqueológicos se encuentran relacionados con respecto a indicadores astronómicos.

A pocos kilómetros de Quito, Ecuador. Se encuentra el cerro patrimonial o loma de Catequilla. En esta cima se levanta una antigua construcción, la misma que fue construida por los indígenas (Quitus) hace mucho más de 500 años, en donde adoraban a la luna y donde se encontraron vestigios arqueológicos y paleontológicos. Señala con total precisión el paralelo 0. Y forma ciertos ángulos con antiguos templos de la ciudad de Quito.


Los indígenas conocen las cuatro estaciones como: chiraymita-primavera; rupaypacha-verano; jawkaimita-otoño; chirimita-invierno.


Catequilla es parte de una red de atalayas naturales como el actual Panecillo en el centro de la ciudad de Quito o Cochasquí, donde por cierto están las famosas pirámides de Cangahua (tipo de piedra). Catequilla es preincaico, usa piedras unidas con mortero, la pared de catequilla señala el 0 exacto, es decir la real línea Ecuador. Y lo más interesante, marca la eclíptica solar (231/2º).