La idea de raza e identidad fueron establecidas como instrumentos de clasificación social básica de la población. De este modo, raza se convirtió en el modo básico de clasificación social universal de la población mundial.
La colonialidad es la asociación entre el nuevo sistema de dominación social fundado en la idea de “raza” y de un nuevo sistema de explotación del trabajo, que consiste en la combinación de todas las formas de explotación en una única estructura de producción de mercancías para el mercado mundial, bajo la hegemonía del capital, es decir formando en su conjunto el capitalismo mundial, no sería posible de otro modo.
“América, la modernidad y el capitalismo nacieron el mismo día”, con ello Quijano reitera que, la imposición del primer horizonte colonial es simultánea a la formación de la América hispana del siglo XVI. Por tanto, la emergencia del capitalismo histórico no puede desligarse del espectro colonial en Latinoamérica y de las explosiones de constelaciones que implican rupturas con el poder.
El patrón de dominación entre colonizadores y colonizados fue organizado y establecido sobre la base de la idea de “raza”. Las implicaciones de esa clasificación fue el despojo no sólo de sus tierras sino de sus identidades, es decir, aztecas, incas, mayas, araucanos, aymaras, etc., pasaron a ser simplemente indios.
Pero como sede y fuente de relaciones sociales y culturales concretas fundadas en diferencias biológicas, la idea de raza se gestó junto a América, la modernidad y el sistema-mundo.
Europa impuso su dominio colonial sobre todas las regiones y poblaciones del planeta, incorporándolas al sistema-mundo con la finalidad de atribuirles nuevas identidades neoculturales. En efecto, todas las experiencias, historias, recursos y productos culturales, terminaron también articulados en un solo orden cultural global, además bajo todas las formas de control de la subjetividad, de la cultura, y en especial del conocimiento, de la producción del conocimiento.
Los europeos fueron llevados a sentirse no sólo superiores a todos los demás pueblos del mundo, sino, en particular, naturalmente superiores. Los europeos generaron una nueva perspectiva temporal de la historia y reubicaron a los pueblos colonizados, y a sus respectivas historias y culturas, en el pasado de una trayectoria histórica cuya culminación era Europa. Por lo que los pueblos colonizados eran razas inferiores y por ello anteriores a los europeos.
El eurocentrismo se refiere a una específica racionalidad o perspectiva de conocimiento que se hace mundialmente hegemónica colonizando y sobreponiéndose a todas las demás, previas o diferentes, y a sus respectivos saberes concretos, tanto en Europa como en el resto del mundo. “Aquí la tragedia es que todos hemos sido conducidos a ver y aceptar aquella imagen como nuestra y como perteneciendo a nosotros solamente. De esa manera seguimos siendo lo que no somos. Y como resultado no podemos nunca identificar nuestros verdaderos problemas, mucho menos resolverlos, a no ser de una manera parcial y distorsionada”.
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